Y entonces llega la noche,
y cuando todo está en calma,
en ese preciso instante,
tu recuerdo golpea mi alma.
Y no me preguntes porqué,
si este amor de amores,
que fue un verdadero acabóse,
una absorbente constante,
supo hasta regalarme,
eternas pinturas de goce.
Caen mis párpados, y a su vez,
cae la luna entre las nubes,
preciosa y brillante entre algodones,
saluda al sol por el este,
mientras mi corazón expectante,
sueña con olvidarte al día siguiente.
Y no es despertar sin más,
aún queda algún reproche,
excesivo castigo, excesivo derroche,
Y siento que se escapa el tiempo...
Un paseo, nuevas caras,
mil sonrisas y miradas.
Y en medio del ajetreo,
del ruido y las voces,
una vez más apareces,
como un brillo áureo.
Agota el celeste su fuego,
y apuesto por la cordura,
pero en medio del recuerdo,
vuelve a surgir mi locura,
y por más que yo lo intento,
no encuentro la manera,
de borrarte un segundo,
de poder alzar el vuelo.
Y entonces llega la noche !
que me mantiene despierto,
que me provoca el trasnoche,
y a pesar del desconcierto,
siento que ese momento,
es el idóneo y perfecto,
para cerrar el broche.
Y entonces llega la noche !
y es verdad que no te olvido,
que hasta en mi respirar te siento.
Y cuando amanece el día,
yo quisiera estar despierto,
para al fin tenerte amada mía...