No he podido así querer
como te quise a tí un día
con la inocencia prendida
en todo mi corazón.
Amándote con dolor
y que el tiempo no ha querido
borrarte de mis sentidos
sin medida ni razón.
Con mi verdad encendida
y mi pasión sonrojada
por las esquinas del alba
y mi pasión desmedida
tú serás mi bien querida
mi único gran amor
que envolviéndome en tu alma
quedé preso en tu alborada
y con dulce hechicería
me postro aquí de rodillas
rogándote compasión.
Oh divina ensoñación
que a mi pecho así te amarras
no podré tener la calma
y paz en mi corazón,
de poder tener un día
con tierna dicha prendida
y un canto de ensoñación,
de ver tus ojos de niña
y tu mirada de amor.
Porque el tiempo te sostiene
entre sus garras...perdida.
Muy lejos de ver la dicha
que pudo ser de los dos.
Perdidos en la ilusión
de lo que fue nuestra vida,
somos dos seres en ruinas
con dejos de ofuscación.
Con toda la confusión
que en mi pecho aquí se anida
siempre estará encendida
la llama de nuestro amor.
Que se anida en mis sentidos
con la fuerza de un ciclón
que no podrá ser borrado
con todo el tiempo perdido,
y quedará en mí prendido
en el tiempo y con razón
de ser el único intento
que me robó el corazón.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO
(Leo Henry)