Sube en horas de guerra aquel humano,
en su vanidad roza el gran \"Yo soy\"
(Vanidad, vanidades todo es vano)
¡Ayes! de este vivir por donde voy.
Gépidos de rumiantes; ¡ay! su rey
os traicionó; por vuestro oscuro lado
nace y muere de sombras, como buey
al arado, ¡hombre! ¿cuál es tu pecado?
¡Ay! mi Alfa, ¡ay! dulce Omega. ¿Estás tan triste?
horizontales lenguas tan blasfemas
sube al hombre cuadrúpedo y le viste
de siglos. ¡Pobre barro que tú quemas!
¿Acaso tú no escuchas el chirriante
lúteo ruin que mancha mi costado?
toco el tacto de muerte, está chispeante
y, nace en cuja el hombre del pecado.
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David John Morales Arriola