¿Por qué llegaste a mi vida?
Si ni siquiera te siento.
Tu mirada me intimida
y grito tu amor al viento.
Esperando tu respuesta
así, me di cuenta de algo:
el amor no siempre basta;
mi amor se esfuma cual galgo.
En mi corazón sentí,
aquella horrible experiencia;
por momentos lo entendí:
¡No sabes de mi existencia!
Autor: Eduardo Morales