SENTADA EN EL UMBRAL DE MI VENTANA
Sentada en el umbral de mi ventana
abrazo mis rodillas y me acuno,
entristecida afronto la mañana
por culpa de un recuerdo inoportuno.
El aire de repente se hace denso
las flores van perdiendo su color,
y produce en mi ser un frío inmenso
el amargo recuerdo de tu amor.
En el jardín, jugando está mi gato
que recibe gozoso al nuevo día,
contemplarlo feliz resulta grato
hace que en mí renazca la alegría.
A veces en las cosas más sencillas
me descubre la vida maravillas.