Noche de inevitable agonía,
dolor en el corazón, frustración
ante la muerte, nada se comprendía
llore, llore y llore
hasta más no poder
por tu vida que emprendía,
otro tiempo en otro espacio
me negaba aceptar, que te ibas a marchar
Amanece otro día, y aun seguías allí,
me miraste, me tocaste
diciendo que te ibas triste,
que no querías partir
dejándome aquí sufrir
pero llego tu tiempo,
ya estaba destinado,
esperar
fue demasiado,
en tu largo agonizar,
con el terrible dolor,
decidiste terminar,
quitándote tu la vida,
dejándome muerta en vida,
por el dolor de tu partida,
cerrar tus ojos, besar tu frente
acariciar tu cuerpo inerte,
y regresar a casa sin ti, mirar tus cosas
apretar tu foto, llorar desconsoladamente
amanecer
dar gracias por haber sido el mejor padre
y el mejor amigo
te ayude a terminar tu tiempo
como tu me enseñaste a comenzar el mió.
Autora: Estrella Marina