No puedo comprender muchas cosas, no llego a saber del todo mil por qués, es mi necesidad de hablarte sin estar presente, reír o llorar como si estuvieras junto a mi. Impotencia, frustración, quisiera culpabilizar a alguien, a algo, (...) , mil veces una almohada ha simulado tu cuerpo y muchas veces tu rostro, tu cuerpo a recibido besos lejanos míos, yo aquí besando esas fotos mentales, físicas, imaginarias tuyas. Una sola palabra tuya y mi mundo brilla centelleante y un silencio segundero trae una espectral realidad: la incertidumbre.
Claro que reconozco esquizofrénicamente tu presencia, entre locura y razón palpita mi sangre tu angustia, ¿ qué, es un miedo al pasado, al futuro?...
Yo no tengo nada ya que perder, creí haberte perdido tiempo atrás con el muro que sin querer ayudé a construir, pero una sola y pequeña sensación tuya hacia mi y vuelvo como poseída a golpear los muros, a romper las piedras, a gritar que me escuches, a rascar sangrantes con mis manos algún agujero para poder sentirte más cerca, es un círculo que no sé cómo o cuánto durará...
No te asustes, por favor, estoy fuera de mi, pero jamás te volvería a hacer daño, deja que sólo te abrace y te mire para que pueda vivir otro siglo más, imaginándome tuya, entera sin inhibiciones, sin límites, que los limites de éste muro me han enseñado a quererlos lejos de mi vida.
Vera.