-¡Ah caracha hermano, mire a la buenamoza,
se ha levantado temprano, y hasta el rancho lo barrió,
se vistió de color rojo, y en el cabello le adorna una rosa.
mas le vale, que tenga mucho cuidado con el toro,
que esta mañana lo vi, rondando por estos lares.
-Buenos días Rosita, ¿acaso va usted a salir?
-Buenos días vecinos, no les parece temprano,
para estar husmeando la vida de los demàs,
en tanto el ganado, que les corresponde arrear,
se ha saltado la cerca y vaya a saber usted
donde ha ido a parar.
Y ella entonando una canción, por el camino se alejo,
mientras sus vecinos, emprendieron la carrera
en el sentido contrario, como alma que lleva el diablo.
De nuevo sentada en las orillas del río,
miraba el camino, esperando por èl.
-Buenos dìas Rosa,¿ acaso ya estas lavando, y donde
esta la ropa?, ¡exclama Dorotea!
-Ayer me estuve hasta tarde, y termine de lavar.
-Entonces se puede saber, ¿que te trae por aquì?,
-todo lo que quiero, es ver el agua correr.
Y de pronto en un hermoso corcel, aparece èl,
con un gesto de saludo, se quita el sombrero
y la invita a dar un paseo.
Y así se alejaron, y a lo lejos se veía
el cabello y el vestido de Rosa, ondular con el viento.
Bajo la sombra de un àrbol, se detuvieron
y la luna fue testigo de cuanto se amaron.
y la vida continua...