Tu bella cara lavada.
Que siempre anuncia un buen amanecer.
Despertar, mañana oscura, lluviosa.
Tu cara se eleva al cielo.
Golpea el agua sobre tu rostro.
En forma de gotas caen hacia tu cuerpo.
Para terminar en finos ríos que penetran.
En las hendiduras que los atributos de tu cuerpo forman.
Después la imaginación placentera.
Convulsiones viscerales y avance hormonal.
Que solo pueden frenar
la condición de hombre comprometido.
Simplemente TU BELLA CARA LAVADA.
Daniel Barreiro
2015