Sueño con explorar tu cuerpo, enredándome en tu pelo, sentir los latidos de tu corazón,
besar tus pechos saboreando toda su miel y dejar suavemente una marca en todas tus partes íntimas,
donde el calor de mi aliento encienda el fuego de tu pasión, que sean tus gemidos los que me pidan mas y mas.
Quiero apoyar mis dedos en tu cintura bajando suavemente por tus piernas y me sientas en tus zonas erógenas, donde tu conciencia te abandone a tu suerte.
Besos, muchos besos, cálidos, en toda tu espalda, desde tu cuello y bajando, cual una catarata de aguas candentes quemándote poco a poco hasta llegar donde termina la línea que dios dibujó en tu cuerpo, que te hará explotar de gozo sin que sientas el más mínimo roce de los cuerpos, pero que están ahí, tocándose, bailando suavemente una danza como el bolero de ravel, desnudos en un baile sin ensayos ni prejuicios mojados de un sudor caliente, con el aroma de nuestras pieles, envolviéndonos en llamas, preparando el acto final, sin descanso, pegados, abrazados con una fuerza poderosa e inconsciente, temiendo que una mano ajena nos quiera separar justo antes que el clímax nos sorprenda en una explosión de sublime placer, con tanta intensidad que la mañana nos encuentre inconscientes, llenos de amor, sin poder olvidar jamás ese encuentro de pasión y fuego, que nos marque nuestras vidas, encendiendo tu amor hacia mí porque desde que te conocí,
yo siento por ti.
No tengo salida, mis sueños se inundaron de ti.
José Luis Vega