Mil páginas no me bastan
para poder explicar
lo que con tu presencia
y aún con tu ausencia
eres capaz de provocar.
Si te sueño a diario,
no es por nada,
todo esta controlado
y si te pienso tanto
es que me sueño mucho a tu lado.
No tengo razones para callar
que cuando te veo llegar
me tiemblan las piernas,
me comienzo a emocionar
y ya nada importa más.
Un abrazo instántaneo
que me sabe a eternidad,
esa enviciante esencia
que absorbe mi mente
y nunca me deja de deleitar.
Cuando estoy contigo
hasta el tiempo queda perdido
en una de tus caricias,
mientras yo me escondo de él
en una de tus miradas.
Lo que me quede de vida
te lo dedico a tí,
pues después de conocerte
sólo sueño quererte,
sólo de tu mano quiero vivir.
Discúlpame por hostigarte
pero ésta es mi manera
de poder gritar ésto
y recordarte con cada letra
que sólo a ti te quiero.
E.Ortega