Ese momento que no esperabas
porque tu mente no lo alcanzaba,
está hoy presente siendo la muestra,
que nada eres... Que nada eres.
Una veleta que arrastra el viento,
una experiencia con pensamiento;
un caminante de experimento
que pronto cumple su entrenamiento.
Amores fueron conocimientos
ternuras, besos, deseos intensos;
las aventuras por sentimientos
mataron mi alma y razonamientos.
Se acabó el tiempo... Que desperdicio;
buscando siempre comodidades
sin detenernos ante ese grito de madre herida;
la madre tierra... Naturaleza.