Alondra que zaherís la tarde
vistiendo su vuelo de rosa herida
preñada de nardo y en sus silencios
tenuemente asaetada de primavera,
os precipitáis silente en valles esmeraldinos
licuados de labio y de quimera huida
en melancólicos campos te me deshaces
acariciados de lirio y de pasión vencida,
y te desgranas muy lentamente
huida de boca y en sus tristezas...
en melancólicos lagos te me deshaces
zaheridos de labio y de quimera.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.