Suelto las ansias que se columpian
en mi cuerpo y muerdo mis labios
en la desesperación por no tenerte
y te amo de mil maneras
como si fueras mi invierno
como si fueras mi suerte
y te refugias inquieto en mi primavera.
En tu otoño varonil intranquilos
anhelos puedo percibir…
cuántos son los deseos que me abrazan,
me mimas y me haces todo
lo que quiero sentir, hasta oírte decir:
“Ya no puedo más, tu fuego me abraza”.
Mis ansias se redimen a tus fuerzas
y me dejo vencer sin darle alguna
importancia a mi desplomo,
que está al venir.
Ya encima de ti un carrusel
de emociones se abalanzan
me embargan y llueve ternura
que se agrupan en mi interior a montones.
Un cálido furor de tu caliente
temperamento me hace estremecer
me hace abrazarte y fluyen
por mis entre piernas un verano
que logro acariciar en mis manos.
Mi rostro se inunda y mis senos
piden a grito con hambruna.
Una sensación embarca mi interior
y puedo sentir un gesto varonil
que me lleva a la luna
endulza el alma de sol y espuma
con el elixir de tu fuerte amor.