Si le ves, dale un beso de mi parte,
dile si algo hice mal, cuánto lo siento,
que yo siempre perseguí, en vano intento,
ser justo, de la guerra juez y parte.
Que anduve siempre ausente de malicia
tratando no caer en algún vicio,
lidiando por estar a su servicio
y evitando ceder a alguna pifia.
Y que ignoré el difícil ejercicio
que es el arte de aprender a navegar
sin el riesgo padecer de naufragar
y el alma despeñar al precipicio.
Que yo lo intenté hasta perder el juicio
y hoy, que me encuentro en el fondo de ese mar,
no me apetece me vengan a sacar,
que, último, éste ha de ser mi sacrificio.
©donaciano bueno