Rafael Rec

DOS PALOMAS

(Las manos de mi esposa)

Dos palomas sobrevuelan presurosas

un océano de grafemas dibujados;

incansables, suaves, bellas, blancas rosas,

se deslizan suavemente en tres teclados.

 

Dos palomas por las tardes, diligentes

compaginan el cansancio y la enseñanza;

ellas son tus compañeras confidentes,

te acompañan mientras duerme la esperanza.

 

Son tan blancas, tan pequeñas, tan sutiles,

que semejan dos estrellas matutinas;

me parecen dos figuras de marfiles

 

que contienen rosas  blancas sin espinas.

¿Cuántos meses pasarán, cuántos abriles,

hasta que el fin también las mire vespertinas…?