¡A LA VENTA DE BORÓNDO!
Leyendo historia pasada
han llegado a mi memoria,
algunas sobre esta posada,
donde una ilustre casada,
hacía con los galanes, pepitoria.
Don Quijote allí pernoctó
junto a Sancho su escudero,
y en verdad que salió entero
después de todo lo que pasó,
cuando contra pellejos arremetió
creyendo eran, encantados caballeros,
y aunque versada explicación dio,
cabreo más al furibundo ventero.
Ya quedan pocos vestigios
de las ventas de Cervantes,
aquellos hoteles de antes,
cuando todo eran sacrificios,
los mismos fueron hospicios,
de paso, para caminantes,
donde los más productivos oficios,
era como ahora: ¡los Comediantes!
Joanmoypra