Mamá ¿dónde está la bolsa
para colar el café?
Tengo ya la cabeza loca
y ya son casi las seis.
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Esa bolsa cafecera
que cuela el café cada día,
es la más fiel compañera,
sin ella no sé qué haría.
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Bolsita de colar café,
mi amiga mañanera,
aquí siempre te veré
con mi costumbre hogareña.
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Con la camisa mugrienta
del campo ayer regresé,
que si entramos bien en cuenta,
parecía una bolsa de colar café.
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Si hay café en la cocina
y hay ganas de tomarlo,
esa bolsa tan genuina,
usaré para colarlo.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela