carminha nieves

QUIERO DECIRTE

                                                  

 

 

 

Casi para nada vivo, casi para nada respiro, casi para nada ya sirvo.

Entrañas revueltas, en la impotencia de no tener poder para cambiar los punteros el reloj de mi tiempo. Consciencia ciega para poder pensar que no soy yo.

Si fuera día, sabía que marchaba para el otro lado del mundo e volvía mañana.

Soy sol que al bajar en el horizonte no volveré a irrumpir al alba.

Una profunda tristeza me sofoca, tengo como compañera la cruda realidad.

En el ansia que me aplasta, espero poder vivir un día un año diez más. Incertidumbre que no consigo alejar de mi cabeza. ¿Por qué Dios no me hico un poco inconsciente e mas relajada? Frontalidad, delante del verdadero sentido común, no me deja ser un poco inconsciente y lo deseaba. Tengo tanta cosa, que quería disfrutar, sin recelos ni miedos. Pero, yo misma me encargo de dificultar con certidumbres de lo que somos.

Un vivir más dulce e con confianza. Un poco inconsciente tendría que ser para poder seguir como si nada pudiera pasar e modificar, mi día a día.

Llanto seco, en mi corazón, ahora podía ser la más feliz de las criaturas, pero no consigo. El freno de mi actualidad, fuera de tiempo, retrasada en tener lo que siempre he soñado, me siento pobre en mi abundancia.

Quiero decirte, mi gratitud es inmensa, mi estima hacia ti sin medida. Mi revuelta es solo saber que no podré acompañarte mientras vivas. ¿Sabes? Sufro mucho, nascimos en épocas erradas, lastima cariño mío, pero un nudo en mi garganta lo tengo e amargura siempre mismo en momentos dulces en que siento tu cariño.

Que y para qué Dios me regaló tu presencia en mi vida, para no tener tiempo para disfrutar de todo lo que tenemos juntos. Amistad fuera del normal, un querer bien que a pocos cabe sentirla.

Ruego imploro, que me deje sentir mi suerte unos tiempos más. Quería nunca que tu cara fuera mojada por lágrimas de perdida por mi culpa.

Soñadora soy, pero consciente e realista, por eso decirte quiero, que sea porque tiempo sea, fuiste lo mejor que podría haber tenido.

Gracias por todo, por tu manera sencilla de ser. Fuiste e eres la manta que me calentó y calienta en el frio en la soledad que viví. E que aún vivo un poco por la distancia donde quedaron los que tenían la obligación de ayudarte a que la manta no se rompiera.

 

Un jardín tengo donde flores eternas nunca mueren mismo bajo nevadas intensas. El calor que me regalas las salva de las intemperies del mal querer del ser humano.

Sin rasgar mi pecho, mi corazón es tuyu, para siempre. La gratitud, no se paga se coge y se guarda muy dentro del alma para siempre.

Mucho más quería decirte, lo merecías, pero mejor demostrarlo un poco cada día para que lo sepas.

Oporto, 5 de Octubre de 2015.

Carminha Nieves