GuillermoO

El deseo

 

                  A M.

Ata tu red al gotear de la lluvia;

mira que el viento sabe de venganzas y es tarde;

todos los trenes se retiran y pronto lanzarán su bruma.

 

Antes de marzo deberás atar tu red para el refugio a la distancia,

y citarte con tu alma,

-tu y ella, nadie más-

a beber la emoción de la selva solitaria.

El mapa de pequeñas hormigas hurgando las heridas

te dirá que las tristezas son entregas fugaces.

Queda la vida.

 

Yo sé que un sólo gesto tuyo recorre la mañana,

y que mañana tu boca estará libre de silencio,

atravesada de luz,

humedecida por inevitables azules,

besada por la boca que tú quieras.

 

                G.C.

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