De un día a otro acontece
por la inconstancia de la vida,
que el alegre entristece
con la esperanza fallida...
Que el sabio embrutece;
mente débil,quizás presumida.
De pronto ¡el bueno envilece!
con su conciencia dormida.
El joven envejece
sin que nada se lo impida,
y ya viejo perece
con la fuerza perdida.
Hoy al malo se enaltece;
y con pena inmerecida
el inocente padece,
con su mirada aturdida....
......se desvanece.
No hay a quien le pida
¡si hasta DIOS desaparece!