Alexander Vortice

Me fundí en negro

Me fundí en negro por falta de color.

¿Qué decir, difunto amor,
si el círculo zampa taladros orgásmicos
y los ahorcados me faltan al respeto
cuando ubico mi cabeza de calabaza
en la caja de las disciplinas inacabadas?

Fallecí en cines con aroma multicolor,
en el Madrid de los Austrias aun me desespero
cual físico imperfecto que rozó labios
y acabó fumando vías de tren
sin raíles ni pasajeros.

Me fundí en negro por falta de mal humor,
o tal vez haya sido por motivos
de paladeo mental,
como un sicario que bautiza
a su primogénito…

Como un ademán volcado
en la cuneta de lo insensato.