Una mañana fria
de estruendoso silencio
cruzamos las miradas
y apenas podemos vernos
di todo de mi parte
luche por complacerte
hasta que mis pasos
se hicieron pesados
y mis brazos cansados
la carga en mi hombro me fue
derrumbando.
donde estabas
cuando no pude
seguir andando
busque tu mano y no la encontre
entonces comprendi
que siempre estuve solo.