¡¡¡Madre!!! ¿Por qué no te puedo escuchar?
Cada día te llevo flores esperando que me hables
Mi mente me recrimina mis acciones y me abuchea.
¡¡¡Madre!!! Extraño tu voz, tus ojos, tu sonrisa
¿Por qué vida mía? Me castigas de esta manera.
¡¡¡Madre!!! ¿Por qué no podías ser eterna?
Dios se llevó a una gran mujer
Y esa Gran mujer… es mi Madre plena.