Marce lino pan y vino

CANTA CANTA MARCELINO

 

No me gustaba rezar  

pero tenía un don para cantar

en la iglesia

llegaba a los corazones de la gente

en la casa hacia llorar mi mama

en la calle quedaban atónitos

pero lo más increíble

es que juntaba las manitos y rezaba cantando

con aquellas ganas de llorar

adoraba cantar

y cantaba como alguien que ama.

La ternura y la mirada que tenía  

era solo de un niño

pero con sabiduría

era la inspiración con una voz angelical

que daba la vuelta en el momento cierto

y me salía un tenor

que rechinaban los vidrios  

de eso solo recuerdo

el tilintar de los cristales en el piso.