alejandro guardiola

LA VI CAER

La vi caer en los brazos

de una tristeza infinita

quise seguirle los pasos

pues era ella gloria bendita

 

Quise tenderle la mano

que olvidara su tristeza

más todo fue un luchar vano

ya la muerte le hacia presa

 

Voló en las alas del viento

hacia la hermosa pradera

y yo quedé aquí sediento

sin saber que la quisiera

 

Nunca le dije que la amaba

por qué su amor fue de otro

y yo por miedo cobarde callaba

mientras él dejaba su corazón roto

 

Se que es feliz en la verde pradera

allí donde van todas las almas buenas

olvidada de las penas que le confiriera

la niña, mi amada de hermosas pestañas

 

En aquella fría tumba donde está enterrada

cada día hay un ramo de flores rojas y bellas

cada día rezo por la niña que fue mi adorada

y cada noche la veo caminar entre las estrellas

 

Una sonrisa de amor me brinda desde allá arriba

a la que correspondo con las lágrimas de mis ojos

cuantas veces he rezado al Señor postrado de rodillas

cuantos años tendrán que pasar antes de volver con ella