... Y en la noche, esperar y esperar, sin nunca ver llegar la mirada que alivie el sufrir de un alma, cautiva ...
syglesias
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DAME una SEÑAL:
Dame una señal con la que pueda acercarme a ti, sin que el desprecio se refleje en tus ojos glaucos al mirarme, sintiendo la altives amargarme los labios, porque padezco un dolor en el centro del pecho, como daga que atravesándome el corazón, hace llorar de tristeza sabida los sentimientos por recuerdos que despiertan de una larga ensoñación, escuchando tu inconfundible sonrisa, haciéndome volver a la realidad vivida en soledad...
Dame una señal con la que pueda acercarme a ti, para arrodillándome a tus pies, pedirte perdón, no tenías derecho de hacerme sufrir lo insufrible de soportar en silencio de olvido, ya que tu ausencia golpea con ansias cautivas añorando tu sensible presencia, en momentos que afloran divinas imágenes que la noche intenta cubrir con su manto de oscuridad, por detalles de necesidades básicas del hombre, no pudiendo dibujar perdurablemente tu hermoso rostro en mi mente...
Dame una señal con la que pueda acercarme a ti, sin miedo de aflojar el nudo que impide gritar tu querido nombre a los cuatro vientos de la felicidad, dándole alivio al alma cautiva, que clandestina cada amanecer te observa y llora en tu sereno dormir, al no lograr arrancarme de la mejilla la sensación vacía por esa caricia anhelada que nunca fue dada, por tus manos en mi cara, diciéndome suavemente al oído, lo mucho que me amabas.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 06102015 08:30 AM.