En la actitud insoslayable
frente a la adversidad del
tiempo, que castiga.
Viento huracanado, agua, piedra.
Allí, destaca su
templanza y fuerza,
aunque se pliega como
junco airado.
Se yergue,
cual más valiente.
Desborda y luce,
su abundante
fronda, que extiende
a pleno.
Sus largos brazos.
Sombra ofrecen,
al que esté de paso.
Así es el roble,
noble , fuerte.
... A sus pies descanso...