Oscuros nada más...
Pasan y pasan sin dar tregua alguna,
me lleva hasta el jamás,
Con vueltas y penas a la laguna.
¡Laguna en verdad!... De esta… Mi existencia.
Pozo de dulces lágrimas,
Como agua almibarada en complacencia.
Memorias de dolor y tristes lástimas...
Mientras se derrumban sin pantomimas.
¿Duele?... Sí. Y te golpea.
En mi auxilio escatimas.
¿Duele?... Sí; Y te estropea.
Tanto lloré por ella.
Quedamente al caer,
fríos sueños a la amada doncella
se escurren sin poderlos retener.
Más la culpa arde en mí,
recae en mí la culpa de perderte,
recae en mí. Loto en mi frenesí,
estar esta noche aquí... sin tenerte