GuillermoO

Yo solía hundirme en melodías y humo

 

Me deleitaba con el último espacio de la noche

mientras amanecía.

Entonces buscaba miradas, sabor a párpados.

Era una larga espera,

porque en la noche yo cantaba a los árboles,

a las lucecitas,

a las flores de súbito nacidas.

Y solía hundirme en melodías y humo

para buscar el amor.

 

En cambio te encontré a tí,

que eres amado.

 

Ahora soy quien recibe caricias que en su brevedad

fugan hacia la nada;

el que corre con su angosto perro

hacia los pasillos oscuros de soles.

Algunas pocas abejas libadoras

me empujan 

entre sueños azarosos.

 

Pero a mi alrededor, perversamente,

el tiempo agoniza.

 

G.C.

Direc.
Nac. del Derecho de autor