Un letargo de mil años,
sin saber de tu existencia,
mi razón se despierta,
con tu adorable presencia.
Ahora tengo un corazón enamorado,
de sinuosas locuras jóvenes,
tu frescura me hipnotiza,
tanto que escribir no puedo.
Testigo de una hermosura candente,
con sonrisa adolescente,
hierve mi sangre en mi mente,
mil agujas se clavan en mi piel.
No tengo una explicación,
escribo sin orientación,
sin voluntad me tienen sus movimientos,
su piel, su boca, su cuerpo,
un deseo sin reflexión.
Mujer que socavó mi paz,
me tiene el corazón enamorado,
me enamoró tu sudor en tu bailar.
el brillo de tu piel, un manjar,
mas las luces que iluminan nuestro altar.
Difícil para mi encontrar la cordura,
de este frenesí desatado por la pequeña hermosura,
sin volver a la compañía de la soledad,
tengo un corazón que está enamorado.
José Luis Vega