A veces,
Sólo a veces quisiera hacer de víctima,
Colgar mi armadura en el perchero del fondo,
Dejar a un lado la radioactividad de mi cuerpo,
Dejar que vean mi alma débil, soñadora, y ansiosa de que la amen...
Hoy he vuelto a ponerle brillo a mi reluciente protector,
Lo he pulido para la batalla del día,
Mis huesos ya no resisten como antes
y se ilusiona más rápido,
Pero hay algo como un halo
Que me coge la mano y me devuelve a la realidad
Me da mi lanza, ensilla mi corsel
Y me manda nuevamente a la batalla.
Da dos besos, uno en la frente y otra en el corazón
Me dice: ¡Adelante!
Lo que me gusta de ello es su promesa,
Me reconforta saber que nada me espera,
Que su palabra solo me dice ¡Adelante!
Vera Alexssan