Desde el azul de mis sueños
se despertó la vida.
Lloré la realidad del arco iris
que derramó su engaño cotidiano
y sembró falsas promesas por las veredas
multicolor de la esperanza.
Desde mis sueños en el azul de la espera,
me alcanzó la noche vestida de luto
y el gris de todos los lamentos
sedujo a la alegría que se asomó a mi alma.
Sobre la nada se anidaron mis deseos
de soles y de estrellas
esperando las horas de sosiego sobre
tiempos tempestuosos.
Por donde el caminar de mi tristeza
se enfrentó a la muerte,
se enjugó la verdad de mi destino
en las manos del crepúsculo
y brillé en una noche pasajera.
Mi mirada de ciervo agonizante
se llenó de escarchas mañaneras
y bebí del color de las estrellas
derramado sobre un cielo vespertino.
Ya la niebla le teme a mi suspiro
y huye de mi vera derrotada.
Las sombras de la noche lloran tristes
porque la muerte ahora duerme en mi regazo.
Y desde el azul de mis sueños toma vida
cantándole al amor de los quebrantos.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO
(Leo Henry)