“Que os puedo dejar a través de mis versos
sino solo una mirada sin odio ni rencores.
¿Qué es odiar sino solo perder el tiempo?,
¿qué más estúpido que morir con resentimiento?
El odio es neblina gris, absurda y turbia,
a la inversa del amor rojo, verde y amarillo.
Es la estupidez lo que a la razón ensucia,
por aquello, a los colores del verano yo me rindo.”
La conspiración de la tristeza
Las esquinas invadidas
por lamentos y agonías
me unen a la vida y a la muerte
con la absurda idea de la suerte.
Desde aquella tarde
que se fue tu magia
no he dejado de extrañarte
y la idiotez se instaló en mi alma.
Fue un adiós cobarde
escrito en minúsculas
un símbolo en los márgenes
del amor que disimulas.
No sufras por mucho ni por nada
que el dolor surge y también se apaga.
aunque hoy te escapes de mi boca
más triste que ayer y que mañana.
Ya nada importa
a puertas cerradas
las miradas soportan
las imágenes vagas.
La nostalgia me acecha,
se apodera de mis razones
la conspiración de la tristeza
me apuñala realidades.