John morales

Mira soledad (endechas reales, semana de la soledad)

 

Oh, soledad sombría

oh, soledad palpable

soledad del momento.

´Por tus codos lloré lo inevitable

y guardé mis lamentos

como credo loable

en mi pagoda fría

Por eso el corazón es indomable.

 

 

Ya regresa el gentío

y, en su propia pedrada

herida, sólo avanza 

hacia la negra diosa idolatrada 

que traspasa su lanza

de bronce inmaculada

hasta morir de frío,

y finge amores con su fe sagrada.

 

 

La noche se remece 

al golpe de alfiler

que cayó en el oscuro

donde a veces escondo un triste ser.

Y así; en tanto procuro

en mis tinieblas ver

cómo el alma se mece

¡Aquí, en el mito libre del querer.

 

 

Mi valentía es menos

de la mitad de un grano

de fe, en un siglo tuerto,

y se holocausta dulcemente en vano

en olas de un Mar Muerto

que dormita lejano

en los violentos senos

que amamanta el vacío soberano.

 

 

¿Quién clava sus puñales

y, entre mi testa espinas?

sangra grave un madero

por dentro y por füera en noches finas.

Un yugo es agorero

y en mi seso rüinas

de afilados baales

que de esta soledad mis voces trinas.

 

 

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David John Morales Arriola