Donaciano Bueno

Hallábase dormida mi esperanza

Hallábase dormida la esperanza

en un lleno de dudas mar incierto,

hundida sin piedad al desconcierto

cual sombra que se mueve en una danza.

 

Atenta que encontraba el cielo abierto

lanzarle quiso un reto a la porfía,

no uno sino dos y aún tres había

que por perdido le daban o por muerto.

 

Y fue en esto que la duda espabiló

cual se enciende de pronto una pabila

en que la coyuntura andaba ausente.

 

Un beso que bullía en el ambiente

se aventuró a posarse en su pupila

y el dilema de su sueño se ausentó.

©donaciano bueno