Amar para todos es fácil
pues solo se trata de esperar,
a que alguien vuelva tu corazón tan frágil,
que de tanta alegría te haga llorar.
Amar para todos es fácil,
incluso quien no lo quiso, también sintió,
que volaba muy alto hasta que casi
tocó las estrellas, pues al final cayó.
Amar para todos es fácil,
no importa tu credo ni lugar de origen,
al final es villano, y al comienzo un mártir,
pero puede variar, pues no hay leyes que lo rigen.
Amar para todos es fácil,
y aunque creo que aseverando esto, me podría equivocar.
Nadie va a contradecir la última línea que escribe éste lápiz:
¨Amar es muy fácil, lo difícil es no dejar de amar¨...