Están a salvo en mi pecho un mar de sueños azules,
al tiempo de lunas y soles, acumulados de amores,
amontonando en mi piel un raudal de ventarrones y fogones,
al colmo de apellidar a mi boca con la esencia de tus besos,
porque tu amor forma un todo con la mitad de mis anhelos,
cuando tú y yo, enlazamos los destinos en un solo corazón,
al son de sueños azules que nos van envolviendo de pasión,
y, de rondón, me encuentro urgida contigo en la cumbre,
desnudos en un halo de romanticismo, miel y octubre,
amándonos desde las venas de las mismas neuronas,
danzando y combatiendo en pletóricas embestidas,
mientras los gemidos anuncian una poesía de arrebatos,
con todas y cada una de sus interminables etcéteras,
y en el alma vuelan un sinfín de sueños azules,
agua y fuego rimando fiebres y orgasmos…