74.
EL EQUILIBRISTA
En Nueva York se construyeron dos rascacielos impresionantemente altos, a 30 metros de distancia el uno del otro.
Un famoso equilibrista tendió una cuerda en lo más alto de estos edificios gemelos con el fin de pasar caminando sobre ella y dijo a la multitud:
- \"Me subiré y cruzaré sobre la cuerda, pero necesito que ustedes crean en mí y tengan confianza en que lo voy a lograr\"-. Dijo el equilibrista.
- \"Claro que sí\"-. Respondieron.
Subió por el elevador y ayudándose de una vara de equilibrio comenzó a atravesar de un edificio a otro sobre la cuerda floja.
Habiendo logrado la hazaña bajó y dijo a la multitud que lo aplaudía emocionada:
- \"Ahora voy a pasar por segunda ocasión, pero sin la ayuda de la vara. Por tanto, mís que antes, necesito su confianza y su fe en mí\"-. Volvió a decir el equilibrista.
El equilibrista subió por el elevador y comenzó a cruzar de un edificio hasta el otro. La gente aplaudía.
Entonces el equilibrista bajó y en medio de las ovaciones por tercera vez dijo:
- \"Ahora pasaré por última vez, pero llevaré una carretilla sobre la cuerda... Necesito, más que nunca, que crean y confien en mí\"-. Terminó por decir el equilibrista.
La multitud guardaba un tenso silencio.
- \"Basta que una sola persona confíe en mí y lo haré\"-. Afirmó el equilibrista.
- \"Yo creo en ti; tú puedes\"-. Entonces gritó uno de los que estaba atrás.
- \"Si de veras confías en mí, vente conmigo y súbete a la carretilla\"-. El equilibrista, para certificar su confianza, le reto.