Bendito el rojo
De tus labios
Bendito mi antojo
De besarlos
Bendito del impulso milenario
Al amarte con desenfreno
El tiempo malcriado
En el que te deseo
Bendita la caricia
De mi pensamiento
Que cual suspiro se desliza
Por todo tu cuerpo
Bendito de tu piel
El dulce aroma
Y de Dios el cincel
Con el que te dio forma
Bendita y pura eres tú
Mi Bella Jerusalén
Y bendita de tus ojos la luz…
Amen... Amen y Amen!