Inyéctame veneno, mujer
y hazme olvidar
todos los crímenes que dejé
en ese cuarto de hotel, contigo.
Dame más de ese líquido negro, mujer
y hazme cerrar los ojos y viajar
a universos desconocidos
por días y semanas.
Baila frente a mi,
mueve esas caderas al ritmo del entorno
y provócame placeres culpables
de la noche a la madrugada.
Mujer, hechizera natural
tenme piedad
y déjame vivir, lejos de ti
porque a tu lado soy un esclavo
sin esperanza de ver de nuevo el sol.