Siento envidia
Del querer ser… que vibra en mis sentimientos.
De la figura de tu cuerpo… mi capricho de mujer.
De la melódica pasión, que provocas en mí,
Cuando pronuncias mi nombre, desde tu silencio.
Siento envidia
Al imaginar tus brazos, arropando mi cuerpo,
Tu cara; acariciando mi cabello,
Tu cuerpo desnudo, calmando mis ansias,
Mis manos sedientas, buscando tu cuello.
Siento envidia
De la imagen; que aparece ante mis ojos,
Cuando miro tu retrato y te siento en mis antojos.
Siento envidia del recuerdo, que refleja ese momento,
Siento tu cuerpo en mi cuerpo, acariciando mis sueños.
Siento envidia del aire, que acaricia tu rostro
Siento envidia del sol, que calienta tus sentidos,
Siento envidia de la luna, que ilumina tus noches
Siento envidia de tu voz, que alegró mi camino.
Siento envidia de aquel poema, que guarda mi nombre
Siento envidia del tiempo, que alejó de mí tu cuerpo,
Siento envidia de la musa, de tu inspiración,
Siento envidia de la noche, que me robó tu sexo.
Para no sentir envidia; vuelvo a recordar…
Que una vez yo fui en tu vida; aire, sol y luna,
Fui voz, fui poema, fui tiempo de amor en tu cuerpo,
Musa de tu inspiración, fui noches; de lujuria y desvelo.
Fuimos...tú y yo...bajo un arcoíris, que dio color a mi cielo.