Es la sombra del agua dormitando en mi cuerpo
desnudo de trapos,
ataviado de cantos vegetales,
la que asalta mi sueño avivando a la caricia
de tus manos sedientas de mí.
En el rumor del silencio que en mi alma reposa
seduce pensamientos urgiendo mi beso
en tus labios de fuego...
Tu beso mojado de fuego en la sombra del agua,
se desliza por la vertiente de mi ropaje
de cantos vegetales, deshojando girasoles
en la planicie de mi vientre...
Y la sombra del agua sigue resbalando
ahora ondulante, arrebatada,
anegando el jardín de mis anhelos:
hendidura palpitante entre mis muslos
liados por cantos vegetales y tu beso
de fuego.