Como corriente limpia y de agua siempre fresca
que manase silente de una acaudalada peña
despeñandose zaherida de dardo y de alma inquieta
así te llevo yo amada mía... prendida muy dulcemente...
en los acantilados silentes de mis entristecida quimera
zaherida de enardecido nardo y compungida en tu belleza.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.