rosamaritza

NOTAS DE VIDAS (esto ya me sucediĆ³, III)

 

 

Son las 6 de la mañana, el sol entra por la ventana,

calentando las sàbanas, la claridad de un dìa radiante,

anuncia un bello amanecer.

- mamà, mamà, ¿donde esta mi traje de baño?

- mamà, mamà, ¿donde esta mi pelota?

- mamà, mamà, ¿donde esta mi Barbie? 

- Calma niños, hoy es domingo, vamos a la montaña,

dispongan sus bolsos, mientras yo me encargo de la comida,

y la bebida, ya Elvìra y sus hijos, èstan esperando.

- Hola, niños suban, amiga ¿como amaneciste?

- ¡Feliz de compartir este dìa, contigo y los niños!,

he traìdo algunos bocadillos y helados, para los niños,

y tu y yo, beberemos un delicioso coktel .

- No se hable mas, hoy vamos a disfrutar del paseo.

Al llegar a la cumbre de la montaña, Aurora detuvo el auto

un momento, y les invito a disfrutar de la hermosa vista

que ofrece la imponente vegetación, parecìan gigantes

durmiendo, abrazados algunos por una ligera neblina,

un sordo silencio, inundo su alma de amor, mientras 

a lo lejos se veìan un grupo de ciclistas.

Volvieron al auto, y entre risas y canciones infantiles

prosiguieron el camino, y a pocos minutos llegaron a su destino.

Los niños bajaron en carrera, y Elvìra exclamò:

- ¡amiga, llevemos todo hacìa aquel lado, cerca de la cascada,

en aquel caney, ¿te parece bien?

- mejor imposible amiga del alma.

- Ya viste los helechos, y aquellas orquìdeas, la verdad amiga,

esto es un paraìso, brindemos y dime, si te gusta el coktel.

- Una verdadera delicia.

- mamà, ¿donde esta el juego de Sospecha?

- en tu bolso, y secate antes un poco, con la toalla.

- Aurora, y hablando de sospecha, yo sospecho de Juan Carlos

- Elvìra, olvida eso por ahora, aun no estoy preparada,

- Amiga, hablando del rey de Roma, y el que se asoma.

Es Juan Carlos, con un grupo de amigos, todos vienen con

sus bicicletas, al verlas no puede evitar ,la cara sonrojada

por la sorpresa, se acerca a saludarlas.

- Hola, veo que disfrutan también de la montaña.

- Elvìra responde: - si querido mìo, ya veo que eran ustedes

los que vimos a lo lejos, en lo alto de la cumbre.

 

y la vida continua...