Tú sabes a lo que me refiero.
Hastiada de tu jaula milenaria
te escapas a la loca ciudad
una solitaria noche de viernes
en busca de Superman.
Y mira que suerte tienes
aquí estoy yo!
Apenas un payaso en el bolsillo
con que pagar la cuenta
y una calavera impaciente
sonriéndome desde el fondo de mi copa.
No soy el amante omnipotente
pues un enjambre de realidades brutales
como la falta de ternura
la impunidad y las guerras
condicionan la calidad de mis erecciones
y siempre me ha resultado más natural
emocionarme con un arcoíris
que con las intrépidas hazañas
de James Bond.
Pero mira qué Superman te has encontrado!
Uno capaz de llorar
como tú.
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Arte visual: Ian Welden.