Estos ojos llenos de sueños han dejado caer la última pestaña de tus recuerdos,
Estos que con el mismo brillo que miraros los tuyos,
se apagan lentamente con la purificación de una lágrima
Estos ojos que contemplaron el infinito,
tratando de dibujarte en el firmamento de su pensamiento,
hoy se despiden de la Luna que nos cobijo,
de las estrellas que nos acompañaron.
Tengo que recoger con las manos los fragmentos de mi alma,
pretendiendo no lastimarme más,
pues esta lucha tan sólo la he peleado yo.
Y sonreiré, sin más, aun cuando lloré sonreiré,
abrazando cada momento que se desvanece
como el aroma del marchito infinito que tuvimos.