martha martinez velo

JESUS MIO

Este amor que se desborda,

en gratitud ocupa mi tiempo,

más que esperar de ti consuelo,

es tu mirada amorosa lo que quiero.

Bendición que puede salvar

con tus manos posadas en mi testo.

Jesús mío, que preciosa sangre derramaste,

ha curado mi angustia tu sustento,

y hecho fuertes mis débiles piernas

que flaquearon cuando las saetas

del dolor, las lastimaron.

¿Cómo podría con humildad no amarte,

si siempre estás tan cerca de mí

en los más oscuros momentos?.

Murmuran, dicen que miento,

porque amar a alguien no visible

a los ojos del mundo, puedo.

¿Quién sabe, si no Tú, lo que siento?

Tendrían que ayudar a cargar tu cruz

y caminar junto a ti el camino del tormento;

tendrían que imaginar verse en tu mirada

y escuchar tu voz en el profundo silencio.

Tendrían que desear posar sus labios

en tus pies y manos lastimadas

e imaginar el dulce privilegio de lavarlas

con lágrimas de arrepentimiento.

Tendrían que querer ser llamados

por su nombre, cuando Rey al fin

te presentes a tomar posesión de tu reino.

Tendrían que querer no mayor premio

que reconocer tu bondad, tu amor, 

tu misericordia a los hombres otorgada.

Reconocer que  no habrá en el infinito

mayor poder salvador que el que realizaste.

Querrían tener perfume caro y fino

para ungir  tu cabeza y tu cuerpo

mas no para el calvario, sino para el reino.

Querrían verse en tu mirada reflejados

y desear no verse  en ellos rechazados.

Desearían el consuelo de saber

que tienes el manto de gracia purificadora

para regresar al cielo de donde descienden. 

MAVEL