Tiemblo y no te miento
siento por todo mi cuerpo
una rara sensación.
Se hace intangible,
casi obsesiva como ese arma letal
que de ternura te suicida
y que te puede matar.
Que me maten tus caricias
y tu fuego me torture con malicia.
Esta sensación de sentirte vivo
entre mis descuido que presiona
no sé si lo entona con pavor,
claro que siento miedo
casi llegando al terror.
Quiero palpar tus gemidos
junto a mi oído y me llenes
toda completa de amor.
Tiemblo y no miento,
que si este sentimiento es un perjurio,
lo haré con fuerte temperamento
sin temer al deseo este que siento
y que me invade delicioso diluvio
que me ha brindado tu cuerpo.
Aunque tiemblo hazme tuya
entre los muertos…
si siempre estaré viva
a tu vida prendida
como retoño en tu huerto.