La vida camina de prisa, volteo al ayer
y me veo niña, llena de ilusiones,
llena de amor, de bondad, de ambiciones.
Limpia, sin malicia, por absorber todo llena de prisas
con la pasión de la esponja por el agua.
¡y que pasó tan rápido!
Que a medida que pasaba el tiempo,
cada día dejaba de decir algo
por temer demasiado al juicio.
Que fui la mujer que portaba autismo
porque nunca comprendí del todo
al mundo con sus secretos y escondrijos.
Que me bebí de un sorbo todo y me faltó.
que con la energía de la juventud pude haber hecho más.
Aprendí de golpe que la juventud y el vigor
hacen maletas y se marchan para nunca más regresar.
A la vez que la vejez se debe portar con dignidad.
Que la frase favorita en mi caminar: ¡Ya no es útil!
Mañana será otro día, tal vez no llegue.
Cuando Scarlet Ohara la decía, ... era muy joven.
Que lo que más echo de menos, es la sencillez
es la falta de doblez que tiene la niñez.
¡Si pudiésemos morir con ella sería maravilloso!
Aprendí que el amor es personal y que no depende del ser amado.
Que no importa lo que piense de ti la gente
porque el final de cuentas nadie te conoce mejor que tú.
Que cuando te vayas, te llevas solo lo que aprendiste,
lo que diste, lo que no pesa ni tiene precio
y que a la vez es suficiente para una eternidad.
Que soy feliz con los logros y dones otorgados por Dios,...
en mí fueron verdaderos milagros,
que me siento en paz y y como dijo Amado Nervo
¡Vida nada me debes, vida estamos en paz!
MAVEL.